Tras la aparición del primer GTC, en el mercado español, en 2005, la renovación ha llegado casi siete años después. Los cambios son aparentes a simple vista, con rasgos más atractivos y una imagen bastante más deportiva que su antecesor.
En nuestra prueba, juntamos las dos generaciones de GTC para observar a fondo sus diferencias. Ambos vehículos cuentan con el acabado deportivo. En el caso del nuevo Astra GTC está denominado como Sportive, mientras que en el anterior modelo, el nombre de la versión era Sport. En ambos casos, su diseño es el más deportivo de todas las versiones, con permiso y, a la espera, de la variante OPC.
Diseño del Opel Astra GTC Sportive
El nuevo Opel Astra GTC crece en dimensiones de forma general. Es decir, se trata de un vehículo más amplio, cuyo diseño resulta más redondeado que su antecesor. Ya en 2005 se vio un Opel Astra con un pequeño toque coupé, aunque realmente se catalogaba como un vehículo compacto de tres puertas, de ahí las siglas, GTC (gran turismo compacto). En el modelo actual, se ha pasado a denominarlo coupé, debido a su línea y a su altura, siendo un firme competidor para el Volkswagen Scirocco.
Los pilotos delanteros son muy similares a los de la versión cinco puertas, al contrario que los posteriores, donde se nota claramente un cambio importante. En esta versión, las llantas eran opcionales, de 20″, disponibles con sobrecoste, montadas en unos neumáticos de perfil bajo, cuyas medidas son 245/40/R20. El aporte estético es notable, aunque no es la opción más práctica, puesto que el consumo aumenta un poco, y la adherencia escasea si circulamos por firme en mal estado.
Sensaciones al volante
El Astra GTC se concibe como un vehículo coupé de tacto deportivo. Es decir, una vez que hemos conducido el coche, estamos ante la posibilidad de afirmar que se trata de un buen aliado para los trayectos del día, pues es cómodo y manejable por ciudad, y ofrece un toque deportivo que le diferencia de otros competidores, como pueden ser el Volkswagen Golf o el Audi A3. Como se menciona en párrafos anteriores, su máximo rival es el Vw Scirocco, por diseño y actitudes mecánicas.
El propulsor sometido a prueba ha sido el 2.0 CDTi de 165 CV. Realmente es un motor estupendo, sobre todo su tenemos en cuenta el gran equilibrio que ofrece entre consumo/prestaciones. Es decir, resulta un propulsor elástico, progresivo y con una buena entrega de potencia, pues si necesitamos sacar el rendimiento total de éste, su mecánica responderá de forma eficaz. Pero este no es su punto fuerte. Lo mejor, es el consumo, realmente contenido y capaz de ofrecer una autonomía de más de 800 Km. Esto es debido a su buena capacidad de combustible, y sobre todo al consumo medio de 4,8L/100 Km, una cifra muy baja para la potencia que desarrolla el coche. Este consumo, a parte de la evolución del motor 2.0, se debe al sistema Start&Stop, que detiene el motor en paradas de circulación como semáforos o atascos, cuyo funcionamiento es mejor que en otros modelos.
Un factor destacable es la buena estabilidad del vehículo. Su comportamiento en carretera es fantástico, pues podemos circular de forma muy cómoda con el coche ya sea a altas velocidades por amplias autovías o por carreteras serpenteadas, ofreciendo un notable paso por curva en todo momento. El nuevo GTC ofrece dos tipos de conducción adicionales a la estándar, denominadas «Tour» o «Sport». La primera está enfocada a la circulación por carretera si nos adentramos en largos trayectos, pues el vehículo afina sus cualidades mecánicas para ser un coche más confortable. En el segundo caso, con el modo Sport, la iluminación de la instrumentación interior se convierte en color rojo y las suspensiones y el tacto de la dirección se hacen más duras, así como la respuesta del acelerador, que es más inmediata.
En este sentido, podemos encontrar diferencias en relación a su antecesor. La dirección ahora es más suave, algo que resulta más cómodo si circulamos por ciudad, pero ofrece menos firmeza a la hora de conducir por carretera. La visibilidad, debido al diseño del vehículo es algo más reducida, pues en la parte delantera los montantes del parabrisas dificultan algunos giros, y en la parte posterior se nota la escasa visibilidad de la luneta. Eso sí, la mayor parte de elementos de la carrocería son exclusivos para el Astra GTC, salvo los tiradores de las puertas y los retrovisores exteriores.
Así es su interior y esto nos ha parecido
El habitáculo interior es igual que el del Astra cinco puertas. La consola central está plagada de botonería para controlar todas las funciones del coche, así como en el volante multifunción. Lleva un tiempo familiarizarse con todos los controles, pero es que lleva múltiples elementos de equipamiento.
En relación a la nueva tecnología, el Coupé de Opel se antoja como muy evolucionado. El sistema de reconocimiento de señales ha sido mejorado y ha ampliado su información. Existe un avisador de ángulo muerto, y un controlador de la distancia con el coche que circula delante de nosotros. Estos elementos, sin duda, se encuentran al nivel de las grandes berlinas de lujo del mercado. El radio del volante es algo amplio, sería más agradable, o tal vez, acentuaría más la deportividad del coche, un volante con menor radio de amplitud.
La postura de conducción es bastante deportiva, quizá algo más que en su hermano de mayor número de puertas. Los asientos, en este acabado «Sportive» aumentan la sujeción de los ocupantes, gracias a su carácter deportivo. Las plazas posteriores, son amplias, aunque algo escasas en altura, cosa que es normal, debido a la estética y el segmento coupé al que pertenece. Ahora bien, en este sentido, es más cómodo que otros modelos de similares características.
La capacidad de maletero es bastante buena, pues son 380 litros de volumen total. Es curioso el dato, pues en el Astra cinco puertas, la capacidad se queda en 370 litros, o lo que es lo mismo, es 10 litros mayor en la variante coupé.
Sin duda alguna, si adquirimos el Astra GTC tendremos un vehículo para el día a día, muy confortable en carretera, económico y con un toque de deportividad, tanto en estética, como en manejo por un precio a la altura si no nos pasamos con los extras.
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