La disciplina de precios está muerta. Viva la burbuja tecnológica.
El panorama: Determinar las calificaciones «correctas» de las nuevas empresas tecnológicas siempre ha sido subjetivo, pero últimamente ha sido más como lanzar un dardo al techo que al tablero.
Por los números: Los mercados privados están siguiendo a los mercados públicos, como de costumbre, con valoraciones medianas para las empresas emergentes en etapa temprana y tardía que alcanzan niveles récord, según PitchBook.
- La pandemia ahora se ve como una situación de «cara yo gano, cruz tú pierdes» para la mayoría de las nuevas empresas. O aprovechan tendencias como el trabajo desde casa o los inversores pagan por el crecimiento esperado después de la vacuna.
- «Me rindo», me dijo un capitalista de riesgo de Silicon Valley mientras hablaba del acuerdo de Salesforce por 27.700 millones de dólares por Slack. «Podría haber presentado un argumento sólido a favor de Slack por un tercio de esa cantidad o incluso más de lo que está pagando Salesforce, y siento lo mismo acerca de la mayoría de los acuerdos de riesgo que veo que se están haciendo».
Hay señales de una burbuja por todas partes pero esto probablemente ha sido así durante años. Cualquier «dinero inteligente» que se haya retirado, incluso al comienzo de la pandemia, parece estúpido, mientras que una gran cantidad de dinero estúpido parece profético.
- El capital de riesgo cambió hace años a un modelo menos sensible al precio, y decidió que era mejor pagar de más por todo que mantener la línea y perder una mega ganancia. Esta tendencia solo se ha acelerado, especialmente después de la fase inicial.
La línea de fondo: El «valor agregado» se ha vuelto cada vez más importante cuando se trata de ganar acuerdos competitivos, ya que muchos inversores se han vuelto insensibles al precio (en acción, si no en palabras).
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